“Más de tres siglos
rememorando
el voto...”

NUESTRA HISTORIA

Año tras año, el día 8 de septiembre tiene lugar la celebración de nuestro tradicional alarde, en el que todo un ejército popular recorre las calles de la ciudad, desde los hacheros hasta la corporación eclesiástica. Todos ellos rememoran la historia, historia que nos traslada al año 1638, en la que nuestra ciudad sufre y soporta el asedio a la que se ve sometida por el ejercito francés. Nuestra ciudad fue sitiada durante 69 días, soportando nueve impetuosos asaltos, y defendiendo la plaza con un corto pero valiente ejército, formado por soldados y vecinos armados.  Minadas las fuerzas y resistencias de todos los hondarribitarras ante tan largo asedio, el señor Butron, decide congregar a todo el pueblo en la iglesia parroquial. Una vez alli y ante la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que fue bajada desde el santuario al comienzo del asedio, todos oran de rodillas, tratando de soportar y no perder el ánimo.  Fue ese mismo anochecer cuando se presentaron las tropas liberadoras que, tras una dura batalla, consiguieron provocar la huida del enemigo y el consiguiente levantamiento del sitio. Este conjunto de hechos y la culminación del levantamiento del sitio, son rememorados año tras año, con el voto hecho por nuestro pueblo a nuestra Señora de Guadalupe, con entrañables actos, durante los días 7, 8, y 10 de septiembre.

Durante el transcurso del alarde se realizan periódicas descargas con los cañones dirigidos por la batería de artillería. Antiguamente, el alarde transcurría por el interior de las murallas y salía solo para dirigirse a la ermita de Saindua. Desde el año 1919 el alarde empezó a desfilar a la tarde por la marina, que también incluyó sus compañías en el mismo.

En el año 1909 no hubo alarde, por la guerra de Marruecos. Los años 1914, 1915,1917 y 1918 también fue suspendido el alarde por la 1ª Guerra Mundial. En 1936, 1937 y 1938 fueron nuevamente suspendidos por la guerra civil.

En el año 1990 las descargas tienen una mayor trascendencia y un doble significado, puesto que se celebra el centenario de los cañones.Y es que a pesar de sus 120 largos años de historia, pocos son los datos conocidos de estas dos piezas de artillería que recorren las calles de nuestra ciudad.

Es curioso saber que fuera de nuestra ciudad, respondiendo a peticiones de localidades cercanas, se han utilizado. Esto ocurría en la festividad de Santa Bárbara, en Donostia, a donde nuestros antepasados los llevaban, para asi adornar el altar mayor en la parroquia de esa ciudad.
Otra ocasión célebre, en la que nuestros cañones han salido de Hondarribia, fue cuando el 21 de noviembre de 1895 se utilizaron para la misa de campaña celebrada en Donostia, con motivo de la marcha de las tropas expedicionarias a Cuba. También recordar como, en 1986, los cañones fueron cedidos al director de cine J.M Tuduri, para el rodaje de la película "Crónicas de las Guerras Carlistas". Por ultimo, se cedieron en el año 1990, a la productora Zauli, S.A, para el rodaje de la película titulada "El cura Santa Cruz", dirigida por J.M Tuduri.

Pero, ¿ De donde vienen? Y ¿cómo han llegado?

Echando una ojeada a nuestro archivo histórico se lee, en una carta dirigida a Su Majestad La Reina María Cristina, la petición de obtener "dos cañoncitos para las salvas en la función anual del alarde". En dicha petición se especifica que cada uno de los cañones serán arrastrados por, "dos jaquitas o caballos", y que serán conducidos por un hombre, y que estarán atendidos por otros cuatro más por cada cañón.
De esta petición se consiguieron dos obuses de bronce de 12 cm de calibre. Estos procedían del parque de artillería de Gasteiz, y desfilaron por primera y única vez en el alarde de 1889, pues resultaron ser completamente inútiles. A raíz de este problema, el 10 de noviembre de 1889, se envió otra petición a la Reina, en la cual se pedía el cambio de los obuses por dos "cañoncitos" de bronce, de 5 cm de calibre, procedentes de "Las Indias", que estaban depositados en el parque de artillería de Barcelona.
También se indicaba que los dos "cañoncitos" se enviaran al parque de Donostia, considerando que de esta manera se evitarían mayores gastos. La solicitud fue aceptada, el 26 de diciembre de 1889, pero fue en 1890, en las fiestas en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, cuando se realizaron por primera vez las salvas con estos cañones, que son los que hemos conocido hasta el año 2002 y que en el año 1990 celebraron su centenario.
En el año 2000, se les hicieron unas revisiones a los cañones y se encontraron unas fisuras algo significativas en la cámara de explosión que no garantizaban al cien por cien la seguridad, por lo que tras informar a la Junta de Mandos de dicho problema, decidieron hacer unos cañones nuevos, concretamente 2 obuses de 70mm realizados en acero y de apariencia similar a los anteriores cañones de bronce. Los cañones fueron realizados en la empresa SAPA de Andoain celebrándose su bendición el día 31 de Agosto del 2002, a los cañones se les pusieron los nombres de "Olearsoko Mendía" y "Txingudiko Badia".En el año 2001 la batería de artillería del alarde de Irún con el permiso de su junta del alarde dejo sus dos cañones para la realización de las salvas durante el alarde de ese año.

Don José Nogueras fue el comandante del alarde, en el año que se utilizaron por primera vez los cañones antiguos, y Don Justo Guevara Ausán el capitán de la batería de artillería. El comandante del alarde, en el año que se utilizaron los nuevos cañones fue. D. Fermin Alkain y el capitán de la batería de artillería fue D. Juan José Sánchez Zubiaurre.

La primera cantinera

La primera cantinera que salió elegida fué Maria Larzabal. Desfiló en el año 1926 con un traje cedido por la cantinera de la artillería de Irún. Don Francisco Sagarzazu alcalde de Hondarribia, fue quien lo propuso.
La última cantinera que se sentó en el carro, en 1972, fue Mari Carmen Uriarte Castro. A partir del año 1973 la cantinera de artillería sustituyó el carro por una montura. Esta primera cantinera fue Maritxu Altuna Zuzaia, del caserío Tudelenea. Desde entonces, las cantineras de artillería desfilan a caballo.

La uniformidad de cada

La uniformidad de cada compañia da al alarde ese peculiar colorido. La artillería, en su principio, vestía como las demás compañías: Chaqueta negra, pantalón blanco, alpargatas, txapela roja, faja roja y pañuelo blanco.

En el año 1981 se consiguieron unas guerreras verdes que, por motivos políticos, se tuvieron que teñir, pues el conjunto de los colores formaban los de la ikurriña. A causa del teñido las guerreras encogieron, y dejaron de utilizarse en el año 1986, debido a su mal estado.

El director de cine J.M. Tuduri, cedió unas guerreras y unas polainas a la Artillería, de un modelo de la época carlista, que se utilizaron solamente en el alarde del año 1987, pues se tuvieron que devolver. Al año siguiente, en vista de tener un vestuario adecuado la batería de artillería acordó salir con el antiguo uniforme, al cual se añadieron 20 pares de polainas, que la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián regaló desinteresadamente. En 1989 se hicieron unas nuevas guerreras, que son las que en la actualidad utiliza la Batería de Artillería del Alarde de Hondarribia.

Por consiguiente y cerrando este accidentado capítulo, el actual uniforme se compone de: Guerrera azul, pantalón blanco, polainas negras, txapela roja, cinturón blanco con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en el centro y alpargatas blancas con cinta negra en V.

La batería de artillería se diferencia de las restantes compañías por la obligación de transporte, utilización, mantenimiento y guarda y custodia de los cañones durante el alarde, realizando las consiguientes descargas. Pero a lo largo de la historia, estos cañones han rugido en diferentes lugares de la ciudad como indicamos a continuación.
Antiguamente el día 7, durante la celebración de la Salve en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, las descargas se hacían en Arma Plaza, disparando contra el castillo. Por molestias con el vecindario, se trasladaron las descargas, desde el año 1980 se disparan los cañones detrás de la iglesia en el lugar denominado Rincón de Bienabe Artia.
Durante el alarde también a habido modificaciones en lo referente a los lugares donde se realizan las descargas.
Al principio se iniciaban por la mañana en Arma Plaza y, después de pasar por Kale Nagusia, se volvían a disparar en el antiguo Casino Zaharra. Desde allí el Alarde se dirigía hacia Guadalupe disparándose durante el trayecto en Iturri Berri y por ultimo en Saindua. Una vez en Guadalupe se disparaba durante la celebración de la misa y en la campa.
A la tarde, las descargas se iniciaban en la plazoleta del Paseo Butrón, para finaliza estas en Arma Plaza, donde se rompen filas hasta el siguiente alarde.

En la actualidad, se inician por la mañana en Arma Plaza, aunque en el año 1989 también se realizaron en las murallas, por ser el 350 aniversario del alarde, disparando en honor a las siguientes compañías: Compañía Akoll, compañía del Pueblo, compañía Mixta y compañía de la Cofradía "Viejos". Estas descargas se retoman en el año 1990 a todas las compañías del alarde una vez que lo aprobaron desde la Junta de Mandos ese mismo año. Las descargas en Guadalupe no han variado y por la tarde únicamente se realiza en Arma Plaza. Desde el año 1993 la batería de artillería también esta presente en las descargas que se realizan el día 10 durante la misa por los caídos en el sitio de 1638. La cantinera que acudió a este acto ese primer año fué Gotzone Larrarte Kanpandegi.

Hemos de hacer referencia, como nota negativa, a aquellos accidentes que se han producido por el uso de los cañones al efectuar las descargas. Así en 1935 mientras se procedía a cargar uno de los cañones, las brasas que quedaban en su interior produjeron el disparo, hiriendo a tres artilleros. El ultimo accidente sucedió en el año 1982 donde un artillero perdió un ojo.

Los mandos de la batería de artillería, también han sufrido notables cambios a lo largo de la historia. En un principio, tan solo iban, un Capitán, un Sargento acompañante de la cantinera en el carro y dos Cabos, uno por cada cañón. En la actualidad los mandos se componen de: Un Capitán, un Teniente, un Alférez abanderado, un Sargento de escolta de la cantinera, un alférez de baterías y 2 sargentos uno por cada cañón. El numero de componentes que desfila en artillería a aumentado siendo en estos momentos de 32 artilleros.